El solo anuncio de la fiesta de la Virgen de Lourdes causa gran alegría para nuestra comunidad que navega ya por casi 450 años, con algún lapso en otro sentido, bajo el solemne título de San Bartolomé.
Toda parroquia, si no tiene a María como patrona, necesita un elemento mariano que le ayude a recordar que el único que salva es el que nació de sus entrañas, el Señor Jesucristo.
Sabemos que esta devoción de Lourdes nos llegó a Barva en 1943 antes de que se cumpliera el centenario de las apariciones, precisamente en Lourdes, población del suroeste de Francia, en las faldas de los Pirineos, en 1858.
El P. Morales tuvo la genial idea, en 1943, de aprovechar ese maravilloso resabio de la actividad volcánica del Barva, que está aquí desde miles o millones de años atrás, el impresionante farallón que bordea por el este la iglesia parroquial y la casa cural, para transformarlo en una emulación de la Gruta de Massabielle de Lourdes, dejándonos ese lugar tan especial.
Desde 1943, el 14 de marzo, este año hará 80 años, la comunidad de Barva rinde culto aquí la Madre, a Nuestra Señora de Lourdes.
Aprovechemos la ocasión y unámonos como hermanos en esta próximo febrero, en oración y en fiesta.
