El próximo domingo 11 de junio la Iglesia celebrará solemnemente a Jesucristo, presente en el pan y el vino de la Eucaristía, fiesta que se conoce como Corpus Christi. Esta fiesta se celebraba antes el jueves posterior a la celebración de la Santísima Trinidad. No obstante, hoy, cuando prácticamente en todos los países católicos ya no es día feriado, la Iglesia ha optado por trasladarla al domingo siguiente, para que todos podamos disfrutarla y vivir esa experiencia de proclamar públicamente nuestra fe en Jesucristo dando testimonio por las calles, por medio de una gran procesión.
Barva es una comunidad inmensa, formada en realidad por tres barrios claramente definidos: el centro parroquial y las filiales de San Pablo y San Roque. Desde hace ya varios años se ha buscado que la solemnidad del Corpus Christi y su procesión solemne involucre al máximo posible de la comunidad. Con eso lo que hemos estado haciendo es dar la oportunidad a la parroquia para que manifieste su fe como una sola familia. De hecho, es una lástima que no podamos involucrar a San Roque por estar en otra dirección. Como nuestro afán no es auspiciar la separación de los sectores sino, por el contrario, vivir la experiencia comunitaria, en la de menos el año entrante nos vamos en otra dirección.
Eso sí, la solemne procesión merece que la atendamos con seriedad, entusiasmo religioso, alegría y optimismo. Ya que la procesión no pertenece a este o aquel barrio, simplemente debemos trabajar juntos porque lo nuestro es construir el reino de los cielos, no arruinarlo. Nuestra larga procesión, de prácticamente 2 km, tendrá este año ocho altares, confeccionados por los miembros de los grupos y comunidades, en diferentes sectores del recorrido, más o menos cuatro en la zona de San Pablo y cuatro en el Centro parroquial. Con ello se convierte en el más importante acontecimiento eucarístico anual de la vida de la parroquia.
He de decir que el año pasado tuve la triste experiencia de pasar por algunas calles del centro parroquial, porque la procesión recorre unos 900 metros del centro y muchos vecinos, no sólo desatendieron la invitación a arreglar las fachadas, sino que ni siquiera salieron a la puerta a ver pasar al señor Jesucristo. Algunos aseguraron que era la procesión de otro barrio. Incluso si la procesión se iniciaba en otro barrio, ¿no era acaso Jesucristo el que pasaba frente a nuestra casa?
No estoy muy seguro de cómo verá Jesucristo estas actitudes nuestras, estas cegueras, estos bloqueos de nuestra vida de fe. Si con la muerte y la resurrección de Cristo fuimos ampliamente salvados y en el Bautismo recibimos el Espíritu, siendo que es Cristo el que pasa, no debería importarme de dónde venga. Si es Cristo el que pasa debería salir a mi puerta a verlo pasar y rendirle homenaje.
Seamos generosos. superemos esos pensamientos extraños que nos llevan a cierta displicencia y nos alejan del sentido mismo de la fe. Hagamos un esfuerzo y embellezcamos nuestra calle porque es el Señor el que pasa.
Esta es la procesión del Corpus Cristi de la parroquia de San Bartolomé de Barva, que este año se inicia en San Pablo y concluirá en el atrio de nuestra iglesia parroquial. Salgamos de nosotros mismos, dejémonos de mezquindades y abracémonos unos con otros al paso de Jesucristo, para darle gracias por el lugar en que vivimos, por la familia que tenemos y por la fe que profesamos.