La gotera del presbiterio

Ha habido mucha crítica por una mancha de humedad y herrumbre que apareció desde hace muchos meses en el fondo del presbiterio, detrás del altar mayor. A ojos vista parecía una mancha de herrumbre producida por las filtraciones que quizá estaba produciendo alguna canoa deteriorada.

En vista de que la reparación en un edificio como este debe ser asumida con absoluta seriedad por tratarse de un edificio patrimonial y que quien asuma la tarea debe hacerlo bajo la total supervisión del Departamento de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura y Juventud, en su momento se entró en contacto con una persona que podía haber hecho un muy buen trabajo de revisión y posible sustitución de la canoa. Sucede que esa persona cayó enferma de algo que lo hacía incompatible para lo propuesto, porque empezó a sufrir de vértigo y no podría escalar esa pared de la Iglesia que por fuera mide prácticamente 9 m de altura.

Fue necesario entonces buscar otro profesional que pudiera llevar a cabo la revisión. Por fin localizamos a un profesional que pudiera hacer la revisión de la mejor manera posible y asumir la reparación. Ésa persona, de hecho estuvo con nosotros el pasado 15 de noviembre. Se revisó el área por fuera, por dentro de la Iglesia y por el cielo raso, llegando por fin a descubrir la naturaleza del problema y darnos un diagnóstico claro:

  1. No se trata de un daño en ninguna canoa. Estas piezas están en perfecto estado.
  2. Se trata de un daño profundo en el tejado de la Iglesia, o más bien debajo de ellas, en las piezas de madera, los grabadores, que sostienen las tejas, a lo que se agrega un daño en algunas láminas de zinc debajo de las tejas.
  3. Será necesario, pues, retirar una parte del tejado, así como de las piezas de madera, así como unas láminas de techo y proceder a su sustitución.
  4. El trabajo no puede hacerse ahora, sino que deberá hacerse en verano porque será necesario destechar esa parte de la Iglesia. Si nos lloviera tendríamos un daño mucho mayor.
  5. Para hacer este trabajo será necesario contar con permisos y autorizaciones de la citada institución gubernamental, solicitud que presentaremos en el inmediato.
  6. De momento intentaremos cubrir la zona con un plástico para que no entre más agua. Además, iremos adelante con una contratación de los trabajos de realizar y esperar la llegada, tanto de los permisos, como del verano que está ya próximo, para realizar la obra.
  7. Deberíamos proceder a limpiar el área de las manchas que allí hay, aunque pienso que hasta se podría pintar esa zona del presbiterio que es la más visible.

Esta es la historia de los últimos movimientos con este asunto tan molesto y desagradable y esperamos que entiendan que no se trata de una cosa tan simple. Por otra parte, me da mucho gusto informarles estos detalles, aunque, por supuesto, no todavía no tengamos mucha idea del costo que podrá tener la obra completa. Recuerden que, como dice el adagio, no se puede hacer chocolate sin cacao. No obstante, como estamos preparando las fiestas de Lourdes, con esto y lo percibido en las fiestas de San Bartolomé, bien podríamos afrontar la tarea con dignidad.

Que Dios bendiga y gracias por su interés.

Comparta este artículo:

Compartir en Facebook
Compartir en WhatsApp
Compartir en Twitter
Compartir en Telegram
Compartir por Correo Electrónico
Imprima

Comente