Comunicado del Pbro. Álvaro Sáenz Zúñiga:
Déjeme proponerle algunos datos.
1. La parroquia de San Bartolomé de Barva tiene uno de los sistemas de comunicación interna mejor diseñado de la arquidiócesis. Al día de hoy, sólo en Facebook, hay más de 12,000 seguidores. Pero tenemos otras redes sociales que mantienen a la gente, lo mejor informada posible, sobre los acontecimientos.
2. Nuestra parroquia mantiene contacto permanente con los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica que, dicho sea de paso, está formada solamente por nueve personas, los obispos diocesanos, y Costa Rica tiene sólo ocho diócesis, y el obispo auxiliar de San José. Todos ellos son conocidos por nosotros, los conocemos por nombre y, en muchos casos, incluso personalmente. De hecho hay algunos obispos eméritos pero todos ellos son muy conocidos.
3. Si se han dado acontecimientos como:
a. Que la parroquia no le ha invitado a una actividad con un obispo que vino de fuera.
b. Si no hay ninguna información al respecto en las redes sociales.
c. Si el domingo, cuando fue a misa, no dijeron nada sobre la presencia de un personaje de la Iglesia que iba a prestar unos servicios.
d. Si la actividad que se va a realizar no es en una capilla, ni en una iglesia, cercana olejana.
e. Si cuando usted llega a esa actividad percibe que no hay nadie de la parroquia y que han armado un altar completamente improvisado.
f. Si a usted le nace alguna duda en el corazón.
4. De media vuelta y se va, porque usted está siendo timado y le están haciendo participar en actividades que no son de nuestra iglesia, sino de una que fue inventada hace poco tiempo.
Algunos miembros de la comunidad me han hecho saber que apareció en nuestro territorio, sobre todo de San Roque, un personaje que dice ser obispo, pero que no forma parte de la jerarquía católica costarricense. El señor viene acompañado de un supuesto presbítero que tampoco es de nuestro presbiterio y que se invitando a la gente a actividades que se realizan en casas o salones.
Por favor, use de su sensatez. No se deje engañar, nadie está organizando actividades en las casas con participación de ningún obispo. No quiebre la unidad de la Iglesia. La llamada de Cristo es a vivir en la unidad. Cuando usted contribuye con su presencia en actividades hechas por personas que no buscan esa unidad, usted no está recogiendo con Cristo, sino que está desparramado.